LIBIA (siglo XX-actualidad)

LIBIA (siglo XX-actualidad)

    Hace unas semanas, realicé un informe económico para la asignatura de Historia económica en la Universidad Pablo de Olavide, con el objetivo de comparar y analizar distintas variables económicas e institucionales que han influido sobre el crecimiento económico de los países de África del norte (Argelia, Egipto, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez).

    Una de las regiones que ha despertado en mí un mayor interés ha sido Libia, país norteafricano con el PIB per cápita más alto. Por ello, en esta entrada de blog, analizaré e investigaré la evolución económica, política e institucional de esta región en los últimos 100 años.

    Para ello, nos remontaremos a principios del siglo XX, donde surgió la actual Libia como consecuencia de la guerra ítalo-turca, acontecimiento que trajo consigo la invasión italiana de este territorio conformando su imperio colonial. Posteriormente, en 1934, el gobernador Ítalo Balbo unió las dos colonias italianas de Tripolitana y Cirenaica, creando la llamada Libia italiana, cuyos límites correspondían a la actual Libia. (pinche aquí para más información)

    El siguiente video nos pone en antecedentes, y resume de forma rápida y sencilla el contexto histórico-político dentro del que  se enmarca el conflicto y crisis de la actual Libia.

    El descubrimiento de importantes reservas de petróleo en 1959 y el ingreso posterior de ellas permitieron al recientemente independizado Reino de Libia pasar de ser una de las naciones más pobres del mundo a un estado rico. Sin embargo, aunque el petróleo mejoró drásticamente las finanzas del gobierno libio, el resentimiento entre la población comenzó a crecer debido a la concentración de la riqueza en manos del Rey Idris I. 

    Tras el golpe de estado del dictador libio Muamar el Gadafi , los avances en los niveles de bienestar de la población (educación y salud) colocaron a Libia en los inicios del siglo XXI entre los países con mayor PIB per cápita de África, estos avances fueron impulsados por el régimen de Gadafi desde los inicios de su mandato (Revolución de Septiembre 1969 cuando derrocó al rey Idris). Las regalías petroleras favorecieron las mejoras sociales, las inversiones en infraestructura y también los acuerdos con las diversas tribus que convivían en el territorio, para lograr la unidad proclamada por Gadafi.

       Sin embargo, esta mejora vino acompañada de una controvertida política internacional que generó un importante malestar en la población, pues en ocasiones se autorizó el uso del terror para lograr los objetivos marcados, incrementado la represión de la política interna apoyando el terrorismo internacional.

                                

    Por otro lado, la escasez de precipitaciones y sus suelos poco aptos para el desarrollo de la agricultura, debido a que la mayor parte del país está ocupado por el desierto del Sahara, han sido algunos de los factores que más han influido en la economía de esta región.

    Por todo ello, Libia se basa en un modelo de economía extractiva, es decir, se organiza en torno a los vastos recursos petroleros que posee, siendo esta riqueza no solo importante en la organización interna del Estado, sino que fue el eje que, durante décadas, marcó la agenda de la estrategia geopolítica regional y mundial de Libia.

    Junto con Nigeria, Argelia, y Angola, entre otros, Libia es hoy uno de los productores de petróleo más importantes de África. Sin embargo, la primavera árabe junto con la posterior caída de Gadafi  y la guerra civil en la que estuvo inmersa el país, desestructuró los engranajes que permitían el funcionamiento de la economía interna, con el petróleo como principal activo financiero. Según los analistas internacionales, uno de los motivos que se encuentran detrás de la guerra en Libia y otros países de la región fue la lucha por controlar los recursos energéticos de la zona, especialmente el petróleo. 

    Quisiera concluir mencionando el hecho de que Libia es un estado privilegiado en cuanto a riquezas naturales, sin embargo el caos político y social que ha protagonizado a lo largo de su historia, ha sido desencadenante de que  Libia esté al borde de convertirse en la próxima Siria. En la actualidad, el futuro de Libia, aunque incierto, parece avanzar hacia una cierta estabilidad con las próximas elecciones en Libia, previstas para el 24 de diciembre de 2021, por lo que todavía quedan oportunidades para mejorar la situación y darle al país lo que hace tiempo no tiene: estabilidad.