La Reserva Federal de EE. UU. acelera la reducción de estímulos monetarios
Por este motivo, se anunció este miércoles la reducción de su programa de compra de bonos en diciembre y enero, lo que aceleraría la retirada del estímulo monetario y abriría la puerta a una posible subida de tipos de interés en la primera mitad de 2022. Con esta decisión, tomada de manera unánime, el volumen de compras mensuales de bonos, que durante la mayor parte de la pandemia fue de 120.000 millones de dólares, ya se ha rebajado hasta los 75.000 millones.
De esta forma, tras una reunión de dos días de los gobernadores del banco central estadounidense, la Fed dejó por el momento sin cambios los tipos de interés en el rango de entre 0 % y 0,25 %, pese a que la inflación se ubicó en noviembre en una tasa interanual del 6,8 %, la cifra más alta en casi 40 años en el país, justificando con esta decisión su postura de dejar los tipos como están al menos hasta que finalice el programa de estímulos, pese a las reservas de varios de los gobernadores que participaron en esta reunión, y que indicaron en sus pronósticos individuales que esperaban hasta tres subidas de los tipos de interés el próximo año.
Así pues, la Reserva Federal de Estados Unidos acelerará la reducción en la inyección de liquidez al mercado, de manera que las compras de activos bajarán a un ritmo de 30,000 millones de dólares a partir de este mes, enfatizando el hecho de que la eventual normalización de las tasas estará supeditada a la trayectoria del mercado laboral de Estados Unidos, generándose con ello expectativas de crecimiento, inflación y empleo, aunque se rebajan las previsiones de crecimiento económico de Estados Unidos al 5,5 % este año, cuatro décimas menos que en septiembre, mientras que se experimenta una subida de la inflación al 5,3 %, frente al 4,2 % estimado previamente.
Sin embargo, para 2022 el banco central estima que la inflación
en EE.UU. se modere
al 2,6%, cuatro décimas menos de calculado en septiembre, y pronostica que el
crecimiento será del 4%, dos décimas más de lo previsto entonces, admitiendo que la inflación en el país ya es
"generalizada" en todos los sectores y pronosticando que seguirá por
encima del objetivo de la institución del 2 % hasta bien entrado 2022, aunque
la Fed había señalado hasta ahora que el alza de precios se había concentrado
en determinados sectores especialmente afectados por la pandemia.
El cambio de política de la Fed se debe a la rápida mejora de la economía, con una tasa de desempleo que cae a más velocidad de lo esperado, asegurando que la cuestión de la inflación disparada, reflejada en los altos precios, son sólo un componente de una economía que, a pesar de ello está creciendo a buen ritmo y reduciendo el desempleo.
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